Dado que ya era finales de Junio, todas las selecciones de las escuelas públicas ya habían culminado, sólo quedan las escuelas particulares. Consigo una beca en la Universidad Marista de Mérida con la condición de pagar mis inscripciones semestrales y el último año de la carrera al 100%. Al aceptar me puse a pensar cómo reunir el dinero necesario, conseguí un trabajo de sacristán en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, cuyo párroco era el hoy difunto Pbro. Fernando Sacramento Ávila. Sacando mis cuentas me iba a ser imposible. Este hecho me llevó a empezar a vender las ropas que mis papás y una amiga fabricaban. El tener que pagar la universidad y mi deseo de continuar mis estudios me llevaron a pensar en la solución, que fue crear una empresa.  El 21 de septiembre del 2015 nos registramos ante el SAT naciendo así la marca MAYAKIM.